
• El reconocido Daniele Finzi Pasca regresó a México para presentar su obra, del 5 al 7 de febrero, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris
Con más de 819 representaciones, 128 Ciudades, 25 Países, y más de 282 mil espectadores, desde 1991, Ícaro se presentó en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris para ofrecer su visión sobre la libertad, la esperanza y la belleza. Concebido para un único espectador, el montaje se convierte, en cada representación, en un extraordinario viaje que un sólo privilegiado tiene la oportunidad de vivir en su forma más plena, mientras el resto de los asistentes se convierten en observadores, sombras en medio de un bosque emocional.
Ícaro forma parte de una trilogía dedicada a la fuga, tema explorado por Finzi en prisión, donde por un corto periodo purgó una pena por objeción de conciencia. Sobre la idea central de esas tres obras, el autor considera que: “es una estrategia que permite desenterrar la realidad para descubrir los secretos que esconden las apariencias, para inventar nuevas utopías.”
Para el artista, las historias “se deben contar mirando al público a los ojos. En Ícaro, quería hablar de esperanza dando vida a los antihéroes, como lo somos casi todos”.
La obra se ha presentado en Alemania, Argentina, Austria, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Costa Rica, España, Estados Unidos, Francia, Georgia, Italia, Perú, Paraguay, Portugal, Rusia, Suiza, Uruguay y México.
Hace años, Jaime Chabuad Magnus afirmó, en Sábado: “Daniele Finzi Pasca nos regala la magia de su sonrisa, una sonrisa reparadora, de alivio, generosa y prolongada caricia al corazón, dadora de vida, platillo de gala para el hambre de nuestras almas”.
Daniele Finzi Pasca nació en Lugano, Suiza, en 1964, en el seno de una familia de fotógrafos y creció en la cámara oscura de su padre siguiendo los pasos de su abuelo y su bisabuelo.
Comenzó a colaborar con su hermano Marco a una edad muy temprana, y juntos fundaron dos pequeños equipos de fútbol: primero Finfazu y después Canarini Attivi. El desembarco de Finzi en el mundo del circo llegó de la mano de la gimnasia, y más adelante dio sus primeros pasos sobre el escenario bajo la tutela de un payaso llamado Fery.
En 1983 se trasladó a India, donde trabajó como voluntario. A su vuelta a Suiza fundó el Teatro Sunil, desde 2011 Compagnia Finzi Pasca, que aún dirige a fecha de hoy. La fascinación que Finzi ha sentido siempre por el mundo de los payasos le llevó a trabajar con María Bonzanigo. De esta colaboración nació una técnica dramática a la que denominarían Teatro della Carezza –o Teatro de la Caricia–, técnica teatral basada en el gesto invisible y el estado de ligereza.
Con los años, estos conceptos han presentado una estética única que se encuentra en todas sus dimensiones: un estilo de dirección único, un método particular de concebir las producciones, una formación filosófica del actor, acróbata, músico, bailarín y técnico, así como la forma de habitar el espacio con el fin de recuperar la memoria.
Sus obras, que se han presentado en todo el mundo, están marcadas por un profundo sentido de la humanidad y un gran alborozo. Destacan La Verità, Bianco su Bianco, Nomade, Rain, Titizé – A Venetian Dream, la última producción de la Compagnia Finzi Pasca (2024).
Ha dirigido varias óperas líricas como Pagliacci y Carmen, ambas para el Teatro San Carlo de Nápoles, Requiem y Aida de Verdi para el Mariinsky Theatre en San Petersburgo, María de Buenos Aires, en el Grand Théâtre de Ginebra.
Entre los grandes eventos, ha firmado 3 Ceremonias Olímpicas (para Turín 2006 y Sochi 2014, Juegos Olímpicos y Paralímpicos), 2 espectáculos para el Cirque du Soleil (Corteo, con 10 millones de espectadores en una gira de 20 años y Luzia, en escena desde 2016).
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