Una de las entrevistas más personalmente importantes en la vida de Norman Patrón fue precisamente cuando uno de los teóricos y fotógrafos más importantes a nivel mundial le había concedido una entrevista exclusiva en su visita a México en el año 2018.
Patrón sabía de él y de su obra desde hacía casi 20 años y lo colocó como uno de sus más fervientes seguidores porque Fontcuberta a parte de ser uno de los conocedores del mundo de la fotografía más reconocidos de la historia, también se ha enfocado en una serie de teorías que le dan bases a toda obra fotográfica más allá de solamente hacer clic, defendiendo e incluso jugando con el tema de la falsedad y la verdad deliberadas en una imagen, pues Patrón a parte de se un purista de la imagen también busca como Fontcuberta acercar lo más posible la imagen a la verdad.
Ese día Patrón se lo encontró en el Centro Histórico de la Ciudad de México, iba solo, Alejandra no podía llegar, pero era una oportunidad única. Fontcuberta terminaba de presentar su más reciente publicación en la Feria del Libro del Zócalo y Patrón le solicitó unas palabras, Joan, le dijo que se dirigía con algo de prisa a Hydra, el Centro Fotográfico de la también muy reconocida fotógrafa Ana Casas Broda a quien Patrón entrevistó y convivió en otras ocasiones. Fontcuberta le dijo que si no había problema con gusto lo podía atender ahí con más tranquilidad y por supuesto ahí se vieron a las pocas horas después.
Fue una oportunidad única en su vida que supo aprovechar, le concedió 15 minutos y literalmente le preguntó inquietudes que tenía con la obra del Español desde inicios de los años dos miles. En la sala solamente estaban ellos dos, hasta la luz se fue en medio de la entrevista, pero el tiempo corría. El Teórico siempre muy amable. ¿Quién tiene la oportunidad de platicar por 15 minutos de manera exclusiva con una de sus grandes influencias de toda la vida en el ámbito de la fotografía?.
Al terminar, convivieron aun más. Alejandra llegó y se inscribieron a uno de sus talleres sobre la ecología y la fotografía en el mismo lugar. Prácticamente esa tarde fue para convivir como nunca con el gran Joan Fontcuberta.